Cuenta la leyenda que tras los pingües beneficios que estas fechas
deparan a quienes vuelan en primera o jet privado, se esconde un
espíritu que sueña, piensa, cree, engendra y madura la Paz, la
Justicia y la Libertad. Y que al abrigo del solsticio de la navidad,
ese espíritu campa a sus anchas y sin escrúpulos en el corazón de
todas las personas.
Y como también se dice que toda leyenda tiene una parte de realidad,
me gustaría pensar que estos días nos reencontraremos con la
oportunidad y el disfrute de soñar, pensar, creer, engendrar y madurar
los valores que nos sigan permitiendo construir una realidad
diferente. Así que...
¡¡Próspera navidad y que el año que viene sea realmente nuevo!!
Moisés.
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