martes, 18 de noviembre de 1997

Yo

α
un hombre muerto
ahorcado con su mismo pene erecto
donde publicidad, estrenos y tabúes convierten
la sexualidad en masturbación acompañada
regocijo oculto de lamentaciones y rombos.

un joven muerto
de vocación abortada tras los pasos de otras
y de los que jamás existieron porque las mataron
en una ciudad donde el futuro se viste de uniforme
adorando cartillas y tarjetas tras el yeso y la madera.

un católico muerto
embosacdo por púberes dioses de cobardía
donde yace en blancos sepulcros la vida eterna
y las cuerdas de la guadaña dictan cantos
a quienes no tienen ya quien les oiga.

un estudiante muerto
decapitado de la mano de verdugos
expertos en créditos de la doctrina de la ignorancia
y siervos de hediondos departamentos
y pervertidos caciques de despacho.
ω

Α
personaje eterno
de espíritu serenamente inquieto
cómplice libre de la Vida en Ella Misma
aprendiz de ternura y sensibilidad femenina
amante del Entorno, la Historia, el Conocimiento
caminante de alforjas austeras
decidido, sincero, reflexivo, atento, distraído. Yo.
Ω

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