jueves, 3 de enero de 2008

Próspero año nuevo

Favorable, propicio, venturoso: así nos desearía el diccionario que fuera el nuevo año.

Pero luego, cuando caen las hojas del almanaque y las portadas tararean viejas letras conocidas, parece que mañana será como ayer y que el tiempo no pasa en balde para quienes siempre salen ganando, ni para nuestros cuerpos.

¡Anda, cómo anda el mundo!

Pero a la vuelta de la esquina están los magos de Oriente, dispuestos a fijarse en nuestros deseos, los de verdad; no los de los anuncios, que caducan, se gastan, se rompen... Y ya oigo su canción:

Un poco menos los malos humos, un poco más el buen humor.
Un poco menos el coche, un poco más tu fuerza motor.
Un poco menos los centros comerciales, un poco más la tradición.
Un poco menos la tele, un poco más la diversión.
Un poco menos los comentarios, un poco más la información.
Un poco menos apadrinamiento, un poco más altavoz.
Un poco menos la hamburguesa, un poco más la coliflor.
Un poco menos tu ombligo, un poco más tu alrededor.

Moisés.

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